"Un escritor nunca olvida la primera vez que acepta unas monedas o un elogio a cambio de una historia. Nunca olvida la primera vez que siente el dulce veneno de la vanidad en la sangre y cree que, si consigue que nadie descubra su falta de talento, el sueño de la literatura será capaz de poner techo sobre su cabeza, un plato caliente al final del día y lo que más anhela: su nombre impreso en un miserable pedazo de papel que seguramente vivirá más que el. El escritor está condenado a recordar ese momento, porque para entonces ya está perdido y su alma tiene precio". El juego del Ángel. Carlos Ruiz Zafón

domingo, 19 de febrero de 2012

Desaparecer lejos no volver y empezar de cero, como si volviera a nacer y se me diera la oportunidad de enmendar todos mis errores de primeriza en la vida...

martes, 14 de febrero de 2012

Y...

Y pasaban los años pero seguía siendo la misma chiquilla que un día con ojos de emoción contenida soñó que el mundo podría ser suyo.

El momento

Nunca se vio en situación tan comprometida como aquella.Deseaba por encima de todo sentirse deseada hasta límites insospechados. Le desnudaba con la mirada e imaginaba sus manos recorriendo cada milímetro de su cuerpo. Sin pausa pero sin prisa. Cada prenda caía al suelo con un singular vuelo gravitatorio de seducción amontonándose sin querer junto al sofá. Nada podía detener el conjunto de sensaciones que les provocaba aquella situación. Un deseo sexual irrefrenable que les impedía dejar atrás sus mentes. Se trataba de tal embriaguez de pasión acumulada que ya estaba a punto casi de estallar. Es lo que pasa cuando uno se reprime durante tanto tiempo que al final resulta de lo más desesperado. No quería pensar en que era su amigo, o su compañero quería pensar en el simple hecho de que ambos se encontraban en la misma situación. No se querían y ni si quiera se gustaban sólo se necesitaban el uno al otro durante un margen temporal de "anarquía" en sus vidas, o por lo menos eso era lo que ella pensaba. 



Se puso su vestido más seductor, se maquilló suavemente, perfume de jazmín en el cuello, tacones altos. Sencillamente perfecta en si misma. Entró en el local, le vio en el extremo de aquella mesa, se sentó frente a el, dejó el abrigo a un lado y ...su mente convirtió todo aquello en la situación más comprometida de su vida

lunes, 6 de febrero de 2012

La ley del más fuerte

Con los años me he vuelto intransigente. Me creo en la razón y discuto más que nunca, pero es porque creo en lo que pienso. Reconozco este defecto en mi, pero ha sido inevitable, me he hecho mayor.


Es pasar los años y ver las cosas con otros ojos. Empeñarte en una adolescencia perpetua es el mayor error que se puede cometer, y a la vez el mas frecuente. La gente acostumbra a mirar hacia atrás y a hacer de su futuro un calco del pasado "que tan bien les fue". Es irónico que en este siglo haya gente que cual caballos permitan que el fanatismo y el nihilismo les coloquen  un par de anteojeras que les impida tener la visión del conjunto. De esta forma creamos colectivos "enemigos" por el simple hecho de ignorar a quien tenemos delante. Me da igual la tendencia política u económica todos hacen lo mismo. Es un mero patrón que el ser humano ha creado y se empeña en repetir, y cuando alguien se sale de ese patrón lo juzgamos sin preguntarle que opina al respecto.


Vivimos en un estado de "derecho" en el que nosotros mismos nos privamos de derechos. Nos ponemos como locos por la falta de dinero, pero no sabemos rebelarnos ante la falta de cultura. Una sociedad que construimos hace mucho tiempo en unos cimientos poco sólidos y que lamentablemente y si todo continua como hasta ahora tendemos hacia la autodestrucción.¡ Viva la bagatela!- decían los modernistas, pero no solo ellos lo defendían sino que podemos ver acuñada esta exclamación nuestra querida sociedad actual.


Anarquía, no se habla de ella directamente pero es el trasfondo. Básicamente niños de papa y mamá que no saben que es NO tener dinero. Gente que viaja alrededor del mundo, usa Internet, compra discos, utiliza programas informáticos, compra café en la tienda más próxima a su casa y le gusta, pero no se de cuenta de que cuando sale con su simbolito anarquista a la calle a defender lo que llaman " sus derechos" y a denunciar a " ese horrible capitalismo manipulador de mentes y destructor de almas" están atentando contra sus propias costumbres.


Me niego a ser de derechas, pero me niego más aun a ser de izquierdas. Y para esto último tengo más razones que para ninguna cosa en esta vida. Una sociedad que nos condene a decidir entre ambas tendencias no es  un mundo libre. Ni creo a unos ni creo a los otros, pero me adapto. En realidad la naturaleza nos da la lección más sabia que podemos sacar en claro y poca gente se da cuenta. Si no puedes con el sistema adaptarte a el, no significa que lo defiendas ni que te guste significa que tienes espíritu de supervivencia nada más y nada menos.


Se que no acostumbro a escribir estas cosas, pero de vez en cuando se necesita plasmar lo que se piensa de alguna forma si no uno acaba por destruirse a uno mismo por dentro.