"Un escritor nunca olvida la primera vez que acepta unas monedas o un elogio a cambio de una historia. Nunca olvida la primera vez que siente el dulce veneno de la vanidad en la sangre y cree que, si consigue que nadie descubra su falta de talento, el sueño de la literatura será capaz de poner techo sobre su cabeza, un plato caliente al final del día y lo que más anhela: su nombre impreso en un miserable pedazo de papel que seguramente vivirá más que el. El escritor está condenado a recordar ese momento, porque para entonces ya está perdido y su alma tiene precio". El juego del Ángel. Carlos Ruiz Zafón

lunes, 28 de enero de 2013

Paradoja

Se intentaba esconder en su vida feliz. Intentaba por todos los medios desaparecer en medio de la multitud como un ente más sin nada que aportar al mundo. Se sentia al mismo tiempo vacia. Sin alma. La felicidad hacia inconsistente su vida de continua psicosis. Sus paranoias la atormentaban pero fijia su mentira. La felicidad le negaba su ser. Estaba loca. Pero no está bien visto ser así. Está mal visto ser una loca. A no ser que te metas algo y sea cosa de las drogas. Su mentira se hacía cada día más grande y más poderosa, le habia robado su ser y la habia dejado ajena a sus demonios interiores.


¿Realmente valía la pena fijir cordura en un mundo de locos mentirosos?