"Un escritor nunca olvida la primera vez que acepta unas monedas o un elogio a cambio de una historia. Nunca olvida la primera vez que siente el dulce veneno de la vanidad en la sangre y cree que, si consigue que nadie descubra su falta de talento, el sueño de la literatura será capaz de poner techo sobre su cabeza, un plato caliente al final del día y lo que más anhela: su nombre impreso en un miserable pedazo de papel que seguramente vivirá más que el. El escritor está condenado a recordar ese momento, porque para entonces ya está perdido y su alma tiene precio". El juego del Ángel. Carlos Ruiz Zafón

lunes, 12 de diciembre de 2011

Lo piensa cualquiera y nadie se atreve a preguntarlo. Nadie tiene suficiente valentía para preguntárselo siquiera a si mismo por miedo a responderse algo que no espera. No hay mayor dificultad que corroborarte a ti mismo una verdad que te atormenta. 


Un vaso vacío reposa en la repisa de la ventana la espuma de la cerveza aun se aprecia en el borde y el humo de un cigarro hondea en espiral en el cenicero. El calor del interior del local crea bao en el cristal de la ventana en contacto con el frió ambiente de la tarde en el exterior.


Piensas en donde esta el límite de una amistad, en donde se ha da parar para no seguir. Como contener algo que se desboca. Como no decirle, déjate de tonterías y hazme tuya.


El solo de un piano. Las ágiles manos de un pianista acariciando las teclas produciendo una melodía caótica que te envuelve en sueños y fantasías. Un calor interno de un alcohol mal metabolizado...


Una palabra tras otra que desemboca en desastre programado. ..


Y piensas...¿Qué estamos haciendo con nuestras vidas?

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