"Un escritor nunca olvida la primera vez que acepta unas monedas o un elogio a cambio de una historia. Nunca olvida la primera vez que siente el dulce veneno de la vanidad en la sangre y cree que, si consigue que nadie descubra su falta de talento, el sueño de la literatura será capaz de poner techo sobre su cabeza, un plato caliente al final del día y lo que más anhela: su nombre impreso en un miserable pedazo de papel que seguramente vivirá más que el. El escritor está condenado a recordar ese momento, porque para entonces ya está perdido y su alma tiene precio". El juego del Ángel. Carlos Ruiz Zafón

domingo, 8 de enero de 2012

Solo le gustaban 3 cosas de esta vida;
El chocolate.
El olor de las paginas de un libro nuevo.
Y sensación que le provocaba un buen beso.

Soñaba con sentir sus latidos en su alma, que podría acariciar su cabello hasta que se durmiera en sus brazos, sentirlo como nunca. Quería verle en cada uno de sus pensamientos, deseaba con toda su alma poder rozar sus labios una vez mas, sentir el calor de su cuerpo y dejarse llevar, aunque todo durara solo una noche deseaba que se le embriagaran los pensamientos y se entrecruzaran sus almas. No podía soportarse a si misma del deseo irrefrenable... no le quería...le deseaba.

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