"Un escritor nunca olvida la primera vez que acepta unas monedas o un elogio a cambio de una historia. Nunca olvida la primera vez que siente el dulce veneno de la vanidad en la sangre y cree que, si consigue que nadie descubra su falta de talento, el sueño de la literatura será capaz de poner techo sobre su cabeza, un plato caliente al final del día y lo que más anhela: su nombre impreso en un miserable pedazo de papel que seguramente vivirá más que el. El escritor está condenado a recordar ese momento, porque para entonces ya está perdido y su alma tiene precio". El juego del Ángel. Carlos Ruiz Zafón

viernes, 25 de noviembre de 2011

Era una sensacion que ni era frio ni era calor, solo era. Esa ilógica situación de querer hacerlo todo o no poder hacer nada. Una desbordante imaginación para la cual las palabras se habían quedado cortas. Un agobio natural que la invadía sin razón aparente y no le permitia tener paciencia para reordenar sus pensamientos. Un estado de apatía mental que la ponía de los nervios.
 Un trago de vino caliente y de denso jugó corria por su garganta dejando tras de si una agria sensación de placer. Una embriaguez de los sentidos, un álgido éxtasis de euforia para volver a caer en un pozo vacío desde el cual su alma pedía a gritos salir.

martes, 15 de noviembre de 2011

Leccion

Mira  a ambos lados de la carretera dos veces, no te vayas a matar. No saltes del trampolín de la piscina tan rápido, no sea que no sepas nadar. No quieras tanto si no sabes aun que es amar.

lunes, 14 de noviembre de 2011

No lo sé

Estaban uno junto al otro. La cabeza de el sobre el pecho de ella. Se lamentaba. Ella escuchaba sus llantos silenciosa, no era necesario decir nada, ni hacer leña del árbol caído. El acababa de aprender a perder y estaba asumiendo que tenia que olvidar. Ella ya había aprendido todo aquello mucho antes y nadie estuvo allí para secarle las lagrimas, se sentía adulta por ello, el era un niño en sus brazos que acababa de perder su golosina. Le cogió de las manos y le apretó fuerte. Seguidamente le besó la mejilla allí por donde resbalaban sus lagrimas. Fue poco a poco secándoselas a besos hasta que una se quedó por azares del destino en la comisura de su labio. Dudó durante unos instantes, y cerro los ojos y le besó suavemente , el reaccionó al instante con un respingo, ella se apartó y se levantó inmediatamente. El en el instante después, de un salto se incorporó y antes de que ella se diera la vuelta del todo la cogió del brazo suavemente, rozó en una caricia su muñeca hasta llegar a la punta de sus dedos y finalmente deslizó su mano por su cintura. La joven absorta se volvió y  se quedó mirándole fijamente a los ojos cabizbaja no obstante. El le pregunta...¿Porque lo has hecho? Ella le mira y dice...No lo sé

domingo, 13 de noviembre de 2011

Campanilla

Iban uno junto al otro, como siempre. Las miradas distraídas y una conversación en decadencia desde que había salido de aquel lugar. Una charla amena que había acabado en silencio. Cada uno pensando en sus cosas y en nada a la vez. El camino se hacía largo y corto al mismo tiempo. Una suave ráfaga de viento frio rozaba sus caras, sus manos en los bolsillos de la chaqueta de cuero no conseguía aguantar el calor por mucho tiempo. Eran una sombra junto a la otra, su reflejo en el suelo de la luz tenue de las farolas de la calle era su única compañía. Estaban aproximándose al punto que separaría sus caminos, andaban con paso lento y arrastrando ligeramente los pies, se les notaba cansados de todo el día. Cuando llegaron a aquella esquina él se aproximó a ella para darle dos besos de despedida, entonces fue cuando la mente de la chica hizo realidad lo que llevaba pensando todo el camino. Cuando él se aproximó rozó con su mano izquierda la muñeca descubierta de el por la chaqueta remangada, posteriormente posó sus frías manos sobre su rostro y le besó. Lo hizo como nunca había hecho con alguien, en cuando su boca rozó sus labios todo cambió sobre la faz de su rutinaria vida. Sus lenguas se encontraron y ávidas y calientes prosiguieron un ritual perfecto al unísono que las trasportaba hasta alcanzar puntos de éxtasis de placer. Fue en el momento en que la punta de ella alcanzó su campanilla cuando el, dio un respingo, no se sabía muy bien si de miedo o de placer. Entonces ella asustada por haber hecho realidad su más básico pensamiento, y dándose cuenta de las consecuencias que le traería haber hecho uso en exceso de su pasión, se separó bruscamente de él , que ya la tenía rodeada de la cintura con las manos y salió corriendo pretendiendo olvidar lo que en un instante le había hecho tan débil y  tan feliz.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Todo tiene un precio. Tu esfuerzo tiene un precio. Tu trabajo tiene precio. Tu imaginación tiene precio. Tus sentimientos tienen precio. Tu alma tiene un precio. Y no todos los precios tienen porque ser altos.


Ley de vida , eso de quien busca encuentra. Quien quiere, consigue. Quien desea, alcanza. Quien..pero también quien tiene puede extraviar, quien consigue puede verse defraudado , quien encontró puede no volver a encontrar.

martes, 8 de noviembre de 2011

Su mirada resbalaba por los cristales mojados de la ventanilla del coche. La monotonía del trayecto la hacía evadirse con cierta facilidad. Los sueños y las ilusiones formaban parte de su vida como cualquier otra cosa. Era de esas personas que suele soñar despierta. Lo hacía a todas horas. Inventaba diálogos consigo misma, siempre ganaba las discusiones y acababa sus peleas con un beso. Siempre era justa en sus pactos, y nunca olvidaba lo que se prometía.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Se sentía libre

Le faltaba poco, estaba a punto de llegar. Solo requería un poco de esfuerzo más y aquella horrible cuesta acabaría y solo tendría que dejarse llevar. Un ultimo sacrificio que se vería recompensado infinitamente dejándose caer por aquel desnivel, pudiendo olvidarse de que tenía que pedalear con fuerza o que tuviera que controlar sus jadeos ahogados que no la dejaban respirar. Las ruedas empezaban a girar por ellas mismas, la pendiente hacía que cayera inexorablemente al vacío, era una sensación que le hacía sentirse libre. Libre de pensamientos, libre de culpas. Algo que no conseguía de otra forma que no fuera aquella. El deporte la hacía pensar en blanco. Pensar en blanco era una forma de pensar abstracta para distraerse de los problemas, para olvidar , y para no pensar en aquello que más deseaba. Lo hacía para sentirse bien consigo misma tal y como estaba, sin nada más. Le olvidaba por algunas horas y olvidaba su pasado, todo se convertía en mero esfuerzo de superación por conseguir algo. Había encontrado en esa actividad una forma de evasión que solo la escritura le proporcionaba igual. Y la utilizaba siempre que podía. Aquella tarde de domingo llovía, no había nada que hacer se sentía angustiada, perdida, no había forma de liberarse de aquellas horribles paredes. Cogió un bolígrafo y empezó a escribir como se sentía cuando era libre.
Mira a través de las las del inmeso mar azul, alli hallarás tus mas profundos deseos, y tus más terribles miedos