"Un escritor nunca olvida la primera vez que acepta unas monedas o un elogio a cambio de una historia. Nunca olvida la primera vez que siente el dulce veneno de la vanidad en la sangre y cree que, si consigue que nadie descubra su falta de talento, el sueño de la literatura será capaz de poner techo sobre su cabeza, un plato caliente al final del día y lo que más anhela: su nombre impreso en un miserable pedazo de papel que seguramente vivirá más que el. El escritor está condenado a recordar ese momento, porque para entonces ya está perdido y su alma tiene precio". El juego del Ángel. Carlos Ruiz Zafón

martes, 13 de marzo de 2012

1º vez

Era la primera vez que se veían en toda su vida pero hubo algo que le llamó la atención de el. Ese algo mágico de misterio que comporta una persona de cierto carácter singular. Habló con cautela y curiosidad al mismo tiempo, media sus palabras pero intentaba al mismo  tiempo ser ella misma, (¡gran paradoja!). Era algo así como un lugar inexplorado del cual no sabía si era una llanura, una cordillera montañosa o un valle. Había que coger la mochila llenarla de agua para el camino y adentrarse en territorio inhóspito. Probablemente sería necesario llevar cuerdas para afrontar algún desnivel que pudiera haber, o un buen calzado si el territorio era muy amplio. El viaje dependería de el.

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