"Un escritor nunca olvida la primera vez que acepta unas monedas o un elogio a cambio de una historia. Nunca olvida la primera vez que siente el dulce veneno de la vanidad en la sangre y cree que, si consigue que nadie descubra su falta de talento, el sueño de la literatura será capaz de poner techo sobre su cabeza, un plato caliente al final del día y lo que más anhela: su nombre impreso en un miserable pedazo de papel que seguramente vivirá más que el. El escritor está condenado a recordar ese momento, porque para entonces ya está perdido y su alma tiene precio". El juego del Ángel. Carlos Ruiz Zafón

miércoles, 28 de marzo de 2012

Paladares Prohibidos

¿Fue un error?¿ Acaso no estuvo bien?, Bueno tu déjame contarte una fugaz historia de pasión y ya me das tu opinión ¿Vale? Ahí va.


Era tarde y los hielos de sus copas ya se habían derretido. Sus cabezas vagaban en el sensual líquido que acababan de beber. Los sentidos mentales nublados y los principios más básicos de su ser más activos que nunca. Ya se habían ido todos a dormir y allí seguían mirando al cielo con la luz que proporcionaban las estrellas. Una charla distendida los entretenía , miradas cómplices que iban más allá de las palabras que articulaban sus labios. Se sentían cómodos en ese ambiente de amistad que poco a poco se tornaba distinto.




-¿Recuerdas aquella noche?-decía el-¿Cuando le besaste?
-Si claro, como iba a olvidar algo así, fue una gran velada aunque recuerdo que no era aquello lo que yo quería haber hecho,
-¿Que querías haber hecho?- dijo el con torpeza, la mente se le enturbiaba por momentos.
-Pues yo...-titubeaba-bueno que más da te lo diré, esa noche a quien quería besar era a ti.
-Y.. ¿Por qué no lo hiciste?-dijo el de un respingo
-Mmm, porque estaba segura de que tu no querrías- dijo ella terminando la frase con dificultad
-Pues deberías asegurarte más de lo que piensas-dijo aproximando su silla a la mesa que los separaba sonoramente.
-Supongo, de todas formas, ¿Qué mas da? Pasado está.-dijo la chica quitándote importancia al hecho en si, aunque su corazón aceleró su ritmo sin ella quererlo.
-El pasado hace de nosotros lo que somos ahora, somos amigos ya sabes- el ya no sabía que más decir se había quedado sin recursos a los que contestar después de aquello.
-Deberíamos irnos, ya es hora- dijo ella queriendo cortar por fin con la incomodidad del momento.




Separó la silla cuidadosamente sin hacer ruido, al contrario que el y se dispuso a andar cuando algo la detuvo. Su mano estaba cogida y el la miraba con los ojos brillantes. Ella apenas opuso resistencia se volvió hacia el  e intentó leer su alma en los ojos, no pudo. La cogí de la cintura y la aproximó a el. Nunca había hecho tal cosa, eran amigos , pero no le resultó raro a ninguno de los dos. La frente de ella tropezó con su barbilla torpemente, y fue entonces cuando al inclinar sus cabezas sus labios se encontraron. Sus mentes se encontraron como nunca y unieron sus sentidos en un suave ritmo. Se besaron como si fuera el último instante de sus vidas, se besaron como si fuera la primera vez, y sintieron en la profundidad de su alma que aquella locura hacía interesantes sus vidas.


¿Tu crees que fue un error? ¿ Un descontrol? ¿Una locura? Yo solo puedo decir que eran dos amigos que descubrieron paladares prohibidos y durante una noche dejaron atrás todo aquello que les impedía en la vida real estar juntos.

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