"Un escritor nunca olvida la primera vez que acepta unas monedas o un elogio a cambio de una historia. Nunca olvida la primera vez que siente el dulce veneno de la vanidad en la sangre y cree que, si consigue que nadie descubra su falta de talento, el sueño de la literatura será capaz de poner techo sobre su cabeza, un plato caliente al final del día y lo que más anhela: su nombre impreso en un miserable pedazo de papel que seguramente vivirá más que el. El escritor está condenado a recordar ese momento, porque para entonces ya está perdido y su alma tiene precio". El juego del Ángel. Carlos Ruiz Zafón

martes, 19 de junio de 2012

El poeta miraba por la ventana , intentando memorizar cada uno de los detalles de la escena rutinaria que se desarrollaba fuera de las paredes de su  casa. Cada color, cada olor, cada palabra, cada escena...como si nunca antes la hubiera visto. Junto a el, el hielo de su  vaso de whisky se iba deshaciendo por momentos aguando inevitablemente la bebida. Bebia a sorbos cortos, manteniendo el liquido en su boca durante unos instantes, no le gustaba mucho el sabor, pero le encantaba la sensacion que el alcohol provocaba en su cerebro, haciendolo botar. Le impedia pensar con claridad y eso le hacia evadirse de su angustia continua.