"Un escritor nunca olvida la primera vez que acepta unas monedas o un elogio a cambio de una historia. Nunca olvida la primera vez que siente el dulce veneno de la vanidad en la sangre y cree que, si consigue que nadie descubra su falta de talento, el sueño de la literatura será capaz de poner techo sobre su cabeza, un plato caliente al final del día y lo que más anhela: su nombre impreso en un miserable pedazo de papel que seguramente vivirá más que el. El escritor está condenado a recordar ese momento, porque para entonces ya está perdido y su alma tiene precio". El juego del Ángel. Carlos Ruiz Zafón

domingo, 12 de junio de 2011

Perdón no se puede evitar

Por favor, perdonamelo. Lo hice sin querer. Fue algo que ni pensé. Fe algo fortuito, pero debía haber medido  las consecuencias de mis pensamientos y no lo hice. Ya es tarde me ha pasado y ya no tiene remedio. Una estrategia valida sería echarte las culpas a ti. Decir que involuntariamente tu forma de ser acabó atrayéndome. Que tus palabras hicieron mella en mi, que tus brazos hicieron que me sintiera especial. Pero no sería justo decir eso. Tu fuiste el mismo de siempre. Yo cambié.Yo hice algo que no tenia previsto. Yo me enamoré de ti.

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