"Un escritor nunca olvida la primera vez que acepta unas monedas o un elogio a cambio de una historia. Nunca olvida la primera vez que siente el dulce veneno de la vanidad en la sangre y cree que, si consigue que nadie descubra su falta de talento, el sueño de la literatura será capaz de poner techo sobre su cabeza, un plato caliente al final del día y lo que más anhela: su nombre impreso en un miserable pedazo de papel que seguramente vivirá más que el. El escritor está condenado a recordar ese momento, porque para entonces ya está perdido y su alma tiene precio". El juego del Ángel. Carlos Ruiz Zafón

jueves, 7 de abril de 2011

AMISTADES PELIGROSAS

La gente se empeña en no verlo, pero hay amistades que van más allá de lo que se debería, se sobrepasan fronteras que no se debieron cruzar nunca entre amigos, que solo pretenden ser eso, amigos. Yo tuve una amistad muy peligrosa. De esas que se te van de las manos, de las que se cuenta más de lo debido, de esas en las que parece que hay más de lo que realmente hay. Son relaciones que dejaron de ser amistad en un momento y comenzaron a ser confidentes, de deseos oscuros, sueños imposibles, ideas enrevesadas. Y no se ni cómo ni porqué un dia pretenden ponerlo a prueba todo. Esa prueba es su destrucción misma. Yo destruí una así. Al principio me sentí fatal, porque nunca pensé que dejaría de hablarle y que podria llegar a ser lo suficientemente fría como para apartarlo completa y absolutamente de mi vida. Fue duro. ¿Mi problema? Que destruyendo una cree otra. 
La eliminé al principio incoscientemente, sin saber lo que realmente supondría para mí . Luego proseguí a drede, me dolió más que nunca, pero era su destino. El destino de cualquier amistad peligrosa como esa. Una amistad que habia hablado más que algunas parejas de casados de 50 años. Fue dificil, pero ahora me alegro de que él sea feliz, porque conociéndole como no lo conocerá nadie en mucho tiempo, se que merece lo mejor, pero lo mejor en aquel momento era desprenderse de mi.