"Un escritor nunca olvida la primera vez que acepta unas monedas o un elogio a cambio de una historia. Nunca olvida la primera vez que siente el dulce veneno de la vanidad en la sangre y cree que, si consigue que nadie descubra su falta de talento, el sueño de la literatura será capaz de poner techo sobre su cabeza, un plato caliente al final del día y lo que más anhela: su nombre impreso en un miserable pedazo de papel que seguramente vivirá más que el. El escritor está condenado a recordar ese momento, porque para entonces ya está perdido y su alma tiene precio". El juego del Ángel. Carlos Ruiz Zafón

lunes, 11 de abril de 2011

A las princesitas

Mis queridas princesas, os escribo para informaros de algo importante: “Los cuentos de hadas no existen”. Los príncipes ni son tan guapos, ni tan románticos ni tan considerados, valientes, educados como se os han mostrado en las películas de Disney. Tampoco va a lomos de un noble corcel blanco. Algunos con suerte tienen el coche de su padre los fines de semana o la moto vieja del rebelde de su hermano mayor que se fue de casa a los 30.
Mis princesitas, vuestro amor verdadero no os está buscando desoladamente. Está, por el contrario yendo de botellón en botellón con los amigotes a ver si “pesca” algo. Amores míos, vuestro primer beso no va a ser su primero, sino su ciento deci mucho, de aquel chico que elijáis para tal acontecimiento. Ese que desde el primer momento que le viste ha sido vuestro sueño, ése del que espiáis su tuenti y os descargáis las fotos que sale con las maravillosas rai-Ban, su pelo peinado hacia atrás y aquella camiseta en la que se le marcan los abdominales. Cariños míos, los abdominales se van con el tiempo. Princesas, vuestros chicos de mente no son los de la realidad. Los de verdad, ni son castos, ni son puros y a veces ni románticos. Sólo conservan una cara bonita y un cuerpo escultural de gimnasio. Un novio no es solo para enseñarlo, preciosas, es para muchas cosas más. Y eso hay que tenerlo claro. Con esto creo que hemos dejado claro que los príncipes no existen.
El otro punto era que “no existen los cuentos de hadas”, esto es por el simple hecho de que todos no estamos bien todos los días. Hay mañanas que nos levantamos bordes, cansados, irónicos, contestones. Si os dais cuenta las princesas nunca salen  ha actuar un día si han tenido rabieta con el príncipe el día anterior. Porque a veces el príncipe quiere negro y la princesa blanco, y el gris es un color feísimo. Porque hay días que la joya de la corona estaría mejor en casa de su madre y otros que no lo apartarías de tu lado  en todo momento. Porque hay días de caras largas, días en que te levantas con ojeras y no quieres ni que te miren. Me sabe mal, chicas pero os tengo que decir esto, vais a tener que  dejar un poco de ser princesas, para mirar con otros ojos hacia abajo, donde os aguardan hombres mejores que vuestros “amados” príncipes perfectos.