"Un escritor nunca olvida la primera vez que acepta unas monedas o un elogio a cambio de una historia. Nunca olvida la primera vez que siente el dulce veneno de la vanidad en la sangre y cree que, si consigue que nadie descubra su falta de talento, el sueño de la literatura será capaz de poner techo sobre su cabeza, un plato caliente al final del día y lo que más anhela: su nombre impreso en un miserable pedazo de papel que seguramente vivirá más que el. El escritor está condenado a recordar ese momento, porque para entonces ya está perdido y su alma tiene precio". El juego del Ángel. Carlos Ruiz Zafón

viernes, 25 de febrero de 2011

Alti-bajos

Ya no aporto. Y eso es algo que se nota. Uno lo siente cuando escribe, lo siente cuando pinta, cuando compone, cuando crea. Yo se que eso yo ya no lo hago. Ni siquiera me aporto a mi. Ni aporto a los demás. Todo se ha vuelto una base de rutina, un monótono ritmo repetitivo. Ya no tiene esos chasquidos de bateria o la suave melodia de una guitarra punteda, o un piano melódico tocando en rittardando. Jazz. Me falta ese sonido singular que sugiere la combinación de todos los detalles que te aporta la vida. Lo peor no es que lo noten los demás. Lo peor es que lo notes tu. Es el vacio, la nada, un folio en blanco, el silencio, un boligrafo sin tinta..