Amistad

Son dos chicas jóvenes paseando por la ciudad. De noche. Las farolas forman sombras en el suelo de sus cuerpos . Hace helor. La piel se les eriza con la brisa que corre. Hablan. Las miradas de confianza las unen. Son amigas. Pero no de esas que solo hablan de ir de fiesta y comprar cosas bonitas. Son de esas que se llaman para contarse sus vidas. No son distintas al resto en lo demás. Hablan de amor. Hablan de chicos. Hablan de trascendencia. De sentimientos. De deseos. Incluso hablan de la muerte. Han creado un circulo de confianza. Una caja de cristal opaco donde resguardan sus opiniones e ideas. En la cual el resto del mundo solo aprecia un resquicio de lo que realmente se cubre bajo su tapa. Se conocieron accidentalmente. Pero supieron entenderse como nadie antes había hecho. Una amistad que no tiene limites. Tenían que conocerse tarde o temprano. El destino les guardaba la oportunidad de conocer a alguien con quien identificarse plenamente.
Se sientan en un banco. La luna como única compañera de sus charlas. Las estrellas como confidentes de mil  deseos. La gente pasea a su alrededor. Indiferente. Un par de jóvenes mas dando vueltas por las calles. Nada que les llamen la atención . Solo ellas dos saben lo que realmente se vive en ese banco. Ganas de llorar. Ganas de abrazar. Ganas de reír. Ganas de que el tiempo se detenga. Y que eso dure tanto tiempo como sea posible.