"Un escritor nunca olvida la primera vez que acepta unas monedas o un elogio a cambio de una historia. Nunca olvida la primera vez que siente el dulce veneno de la vanidad en la sangre y cree que, si consigue que nadie descubra su falta de talento, el sueño de la literatura será capaz de poner techo sobre su cabeza, un plato caliente al final del día y lo que más anhela: su nombre impreso en un miserable pedazo de papel que seguramente vivirá más que el. El escritor está condenado a recordar ese momento, porque para entonces ya está perdido y su alma tiene precio". El juego del Ángel. Carlos Ruiz Zafón

lunes, 23 de mayo de 2011

Nunca fue fácil ser sincero. Nunca fue fácil afrontar la realidad como viene. Nunca ha sido sencillo asumir que las cosas no son como uno quiere. Nunca fue sencillo asumir lo que se es. Ni como se es. Pero hay un dia para todo. Y quizá sea hoy ese día.

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