"Un escritor nunca olvida la primera vez que acepta unas monedas o un elogio a cambio de una historia. Nunca olvida la primera vez que siente el dulce veneno de la vanidad en la sangre y cree que, si consigue que nadie descubra su falta de talento, el sueño de la literatura será capaz de poner techo sobre su cabeza, un plato caliente al final del día y lo que más anhela: su nombre impreso en un miserable pedazo de papel que seguramente vivirá más que el. El escritor está condenado a recordar ese momento, porque para entonces ya está perdido y su alma tiene precio". El juego del Ángel. Carlos Ruiz Zafón

domingo, 8 de mayo de 2011

Noches

Dejarte llevar por abrazos. Dejarte llevar por la música. Ritmo suave. Ritmo rápido. Un mundo de sensaciones. Unos brazos, otros. Alguienes en quien perderse mientras el mundo da vueltas a tu alrededor. Realidad alterada por el alcohol. Sensación de libertad. Sensación de que es una noche estupenda. Sensación de placer sin nada a cambio. Noche mágica. La luna como único testigo. Las estrellas como confidentes. La luz de las ifarolas como halo de misterio

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