"Un escritor nunca olvida la primera vez que acepta unas monedas o un elogio a cambio de una historia. Nunca olvida la primera vez que siente el dulce veneno de la vanidad en la sangre y cree que, si consigue que nadie descubra su falta de talento, el sueño de la literatura será capaz de poner techo sobre su cabeza, un plato caliente al final del día y lo que más anhela: su nombre impreso en un miserable pedazo de papel que seguramente vivirá más que el. El escritor está condenado a recordar ese momento, porque para entonces ya está perdido y su alma tiene precio". El juego del Ángel. Carlos Ruiz Zafón

sábado, 7 de mayo de 2011

Inspiración

Un folio en blanco. La nada. Falta de inspiración. Momento clave en la vida. Comienzos. Tinta negra con la que escribir el futuro. Un futuro lleno de rallajos, de letras torcidas, de párrafos inconexos. Un pasado en tinta trasparente. Delante de un folio en blanco no eres nada. Solo un mero instrumento de tu mente. Un mero artífice de caligrafía, nada más que eso. Tu mente divaga. Se concentra. Piensa. En todo aquello que te da miedo. En todo aquello que echas de menos. En todo aquello que quieres. En amor. En amistad. En  sexo. En ti. Pasa por todo estado posible. Se detiene en algunos. Desecha ideas. Relanza pensamientos. Funde frases. Borra adjetivos. Combina nombres. Relaciona con la vida. Oculta verdades. Y es libre.

Inspiración. Cual paloma que echa a volar por primera vez. Sube hasta las nubes. Planea. Se deja llevar por el suave viento que corre por las alturas. Bate las alas cuando se calma. Se esfuerza. Cae en picado. Pero no se choca nunca contra el suelo. Sus alas se lo impiden. Esta ahí presente siempre. Por mucho que uno quiera, quien la tiene, nunca le abandona. A veces no se hace presente, y piensas que ya no está que la perdiste. Pero es en los peores momentos. Cuando te sientes solo, abrumado y desesperado, entonces es cuando aparece de nuevo. Extiende sus alas y se echa a volar.

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