No controlo. Yo pensaba que si pero me equivocaba. No controlo nada de lo que me gustaría controlar en esta vida. Todo se me va de las manos cuando menos me lo espero. Pensaba que llevaba cierta cuenta de todo lo que me pasaba. Pero era un defecto focal que me hacía ver las cosas así. Era una lente distorsionadora cóncava que hacía que nada fuera lo que tenía que ser. Un mundo de apariencias que confunden. Es como una sala de espejos. Nada es lo que parece ser. Solo un simple reflejo en el fondo de un estanque. Una sombra a través de un biombo. Una mentira. El destino te depara cosas increíbles. Y cosas horribles a la vez. Y nunca sabrás el que es lo próximo. El espejismo de la vida. ¿Real? O por el contrario ¿Mentira? Hasta que punto no somos único invento de nuestros propios pensamientos. Metafísica.
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