"Un escritor nunca olvida la primera vez que acepta unas monedas o un elogio a cambio de una historia. Nunca olvida la primera vez que siente el dulce veneno de la vanidad en la sangre y cree que, si consigue que nadie descubra su falta de talento, el sueño de la literatura será capaz de poner techo sobre su cabeza, un plato caliente al final del día y lo que más anhela: su nombre impreso en un miserable pedazo de papel que seguramente vivirá más que el. El escritor está condenado a recordar ese momento, porque para entonces ya está perdido y su alma tiene precio". El juego del Ángel. Carlos Ruiz Zafón

lunes, 14 de marzo de 2011

Podria pasarle a cualquiera

No supo lo que era el dolor y la soledad hasta que lo perdió todo. Desconocía el tacto de las sabanas frías y la sequedad de los labios resecos. No descubrió hasta entonces que era posible aquello,  hasta que sintió sus manos abrazadas a un almohadón y sus palabras escuchadas únicamente por las paredes. El dolor le hizo dejarse llevar. Empezó realmente a sentir miedo por la vida. Se planteó el suicido. Lo intentó pero fue en balde. El destino quería que siguiera vivo. Dejo de creer en las palabras, dejo de creer en las personas, nunca creyó en Dios y esta situación no iba a hacer que cambiara de opinión. En el momento en que dejó de creer en su propia existencia, fue cuando comenzó su autodestrucción. Alma vieja en un cuerpo joven. Se dejó llevar por etanol, y aunque sabía que no podría olvidar así había algo que le instaba a embriagarse completamente. Se encontraba en un túnel, pero en vez de ver la salida se iba dando tropezones con las paredes. Llegó un momento en el que dejó de llorar por ella y comenzó a llorar por el mismo. Se había perdido, sus palabras se disipaban en el aire y sus pensamientos vagaban sin rumbo. Se lamentaba porque estaba solo. Se lamentaba de su propia existencia. No hay nada peor que creer que lo tienes todo y que te lo quiten de golpe. Aunque dicen que es mejor haber amado y perdido que no haber amado jamás, es mejor no conocer la perfección, porque si la conoces y te haces dependiente de ella…cuando te la quitan estas perdido. Pero como todo túnel tiene una salida, lo único es que hay que querer verla. Pero si te empeñas en lo hacerlo… puede que no salgas nunca